Los besos, esas luces intensas en el camino de la vida, esas luces cegadoras tras de las cuales está otro ser humano esperándote en un acto de eternidad consentida por la muerte. Porque el amor a primera vista tal vez demuestre la existencia de fuerzas sobrenaturales, mágicas, poderes asombrosos destinados a elevar la vida humana, a convertirla en belleza, en amor salvaje, en pasión.
La vida sin pasiones solo es supervivencia. Y la pasión importante es enamorarse de otro ser humano, poner en sus manos tu vida. Mira que nos afanamos en hallar sentidos a la vida que no son la ilusión del amor, del beso, del erotismo. Como si más allá de un beso hubiera algo. No hay nada. Todo lo que tiene la fuerza del erotismo es hermoso, tiene su gran momento, y luego pasa.